En crucero existencial
del infinito, mi andanza,
fulgente brizna de cauda
Tras el dragón, repentina,
joven sol sin día esplendía,
por Terra, feroz, fascinaba,
su propio caudal la seguía.
En el espacio irradiaba
de clarines la sinfonía
coro astral tal serenata
de cometas, volátil bruñía.
En conjurada hermosura
me extravié gozoso, fugaz
su albor reflejando mi faz,
rapto de furor, su osadía
la convirtió en estrella
sempiterna en candilejas
en cosmos de luces, festiva,
cual con centellas la lluvia.
En astrales hondas correrías
mi órbita debí continuar
con delirio y añoranza
de la brizna, nova estrella.
Rodó, brusco, en la ausencia
por brío sideral atraída
su andar cesó repentina
en llamas las carrozas albas
estallaron en supernova
abstrayendo mi estela.
…en áureos rayos de plata
al más allá rondo con ella.
- Omar Aburto
